Es una actividad que se utiliza para la diversión   y el disfrute  de los  participantes; en muchas ocasiones, incluso como herramienta educativa.  

La primera referencia sobre juegos que existe es del año 3000 a.C.     Probablemente las cosquillas,  combinadas con la risa, sean una   de las primeras actividades  lúdicas  del  ser  humano, al tiempo que  una de las  primeras actividades comunicativas y de convivencia previas a la aparición del lenguaje.

El juego es útil y  necesario para el desarrollo del niño.    Le permite explorar en un mundo de fantasía, interactuar   de forma sana con  otros niños y,  en   muchas  ocasiones  con  los  adultos,  permitiéndoles funcionar  de  forma autónoma al poder tomar decisiones propias para poder ganarlo.

Del  juego  depende  su  desarrollo  físico,  emocional  y  espiritual,  porque  aprenden  a  compartir, ganar, perder, socializar,  tolerar,  respetar, conocer límites,  asimilar  la  realidad,  a soñar, etc.    Jugar para un niño, es SER y HACER;   SER en cuanto a expresarse y a vivir experiencias diferentes a sus actividades cotidianas y HACER, en cuanto a las acciones que se realizan durante el juego sin fin específico para explorar.

A través  del  juego  aprenden valores morales universales sin importar cultura o religión, desarrollan capacidad de solucionar problemas, desarrollan su mente,  su creatividad y su imaginación, así como a seguir y respetar reglas.

DIVIÉRTANSE EN FAMILIA Y...

...¡¡¡ A  JUGAR !!!